domingo, 27 de julio de 2008


Podría perfectamente suprimirte de mi vida,
no contestar tus llamadas,
no abrirte la puerta de la casa,
no pensarte, no desearte,
no buscarte en ningún lugar común
y no volver a verte,
circular por calles por donde sé que no pasas,
eliminar de mi memoria
cada instante que hemos compartido,
cada recuerdo de tu recuerdo,
olvidar tu cara hasta ser capaz de no reconocerte,
responder con evasivas
cuando me pregunten por ti
y hacer como si no hubieras existido nunca.

Pero te amo.

Darío Jaramillo Agudelo

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